Gradara es hoy uno de los pueblos fascinantes más visitados y conocidos de Italia gracias a su maravilloso castillo. Gradara siempre ha disfrutado de una posición estratégica entre Emilia Romagna y Marche, descansando sobre las verdes colinas pero mirando hacia el mar. A lo largo de los años, Gradara ha recibido varios y prestigiosos premios como: País de las Banderas Naranjas y el pueblo más hermoso de Italia en 2018.
La historia, la leyenda y el mito han configurado a lo largo de los siglos su patrimonio histórico, artístico y naturalista, dotando al lugar de un encanto peculiar; la Rocca Demaniale, que domina la ciudad con su severa belleza, habla de los largos dominios nobiliarios que han dado forma a sus salas y estancias perfectamente conservadas: de los De Grifo a los Malatesta, de los Sforza a los Della Rovere, cada dinastía ha esparcido la sede de prestigiosas intervenciones y preciosas obras de arte.
De origen medieval son las sugerentes murallas que abrazan el centro histórico, todavía hoy intercaladas con poderosas torres de vigilancia y torres de defensa: callejones y plazas invitan a descubrir palacios nobles y pequeños museos, iglesias antiguas y rutas escénicas en las que se mezclan armoniosamente la historia y la naturaleza.
Son las referencias literarias las que hacen de Gradara el lugar por excelencia de la poesía y el amor: la historia de Paolo y Francesca, inmortalizada por Dante Alighieri en el Canto V del Infierno, siempre suspendida entre la verdad y la leyenda, no deja de emocionar a visitantes de todas las edades que Los ecos de esta apasionante e inolvidable historia recorren los centenarios muros del castillo.
Visitar Gradara es como hacer un viaje en el tiempo donde volverás a experimentar atmósferas mágicas y entornos que perduran en el presente.
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